Pequeños hoteles con encanto en CORNWALL

Al sudoeste del Reino Unido, su condición de península, orografía rocosa y escenario de leyendas como la del Rey Arturo, la han convertido en tierra mítica.

Con una longitud de 200 kilómetros, queda bañada por las aguas del océano Atlántico. En este condado histórico de Inglaterra la pesca ha sido consustancial al modus vivendi de sus habitantes, con una meteorología de temporales y condiciones extremas. Hoy resulta delicioso pasear por antiguos pueblos pesqueros como Padstow o Fowey. Las grandes olas de playas de Newquay han devenido meca de peregrinación surfera. Y los agrestes acantilados de Mullion son un regalo para el visitante.

En el Castillo de Tintagel, al norte, se sitúa la leyenda medieval del Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda. Otro hito de la península es el faro de Godrevy, edificado en el siglo XIX, en la bahía de St. Ives, un enclave único. La belleza romántica de los paisajes marítimos lo impregna todo. Como la isla St. Michel’s Mount, coronada por la abadía medieval. Unida a la población de Marazion por una calzada de piedra, es transitable cuando la marea está baja.

Desde pequeños puertos encantadores como Mevagissey o St. Mawes se inician excursiones en barco por la costa. Magníficos hoteles boutique ponen el broche.